En el anterior post os hablaba de las bicis. De cómo empezar a incluirlas en nuestras vidas. O de cómo, en mi caso, entraron a formar parte de la mía. Ese momento que todos en mayor o menor medida tenemos en nuestra memoria y que, aunque pasen años, no se borra. Porque hemos de reconocer que es uno de los objetos recurrentes durante años y años.
Hace unos días os hacía una declaración de intenciones y con una gran sonrisa os digo ¡que estoy en ello! Soy consciente de las limitaciones que implica incluir una bicicleta en tu rutina, pero poco a poco… Esto es…